viernes, 22 de diciembre de 2006

Agonizando

------------------------------
Te encontré agonizante aquel día…


Sin embargo, no estabas herido o sangrando. Lo que hizo acercarme fue que había notado una ligera pero profunda pena en tus ojos.

Era, claramente, algo que tratabas de ocultar. Algo que no querías que nadie supiera. Aún así, no pudiste evitar que yo entrara en tu alma y develara ese misterio. Tal vez, sabía que era lo que escondías porque yo mismo lo poseía: te veía directo a los ojos y sentía un profundo y antiguo dolor dentro de aquellas irises verdiazules. Como si tú no fueras un humano, un adolescente; sino una persona mayor, tan experimentada en la vida como en tener esa tristeza implantada en su alma.

Pero eras sólo un niño…

Mi mirada es igual. Aunque más sombría, más grave que la que se ha visto en tus ojos. Ambos parecíamos ser sobrenaturales, aunque muy diferentes físicamente. Como si viniéramos del mismo lejano lugar, y hubiéramos enfrentado las mismas angustiosas dificultades. Y si hubiese creído en leyendas que hablaban de espíritus antiguos y poderosos nacidos a veces humanos, como simples leyendas; habría estado seguro de que tú formarías parte de ellas.

Alguien como yo…

Mis sentidos no sabían el cómo o por qué estabas en aquel estado letárgico, aunque, mi cuerpo fue más allá de cualquier cosa racional y, sin conocerte, te alzo en vilo. Tú quedaste dormido en aquel momento…Debías haber estado muy cansado…

Mi mente me decía que no debí haber hecho aquello. Mejor era dejarte a tu suerte en vez de tomarla como mía. Que al único al que heriría más sería a mí cuando tú abrieras tus ojos y te sintieras mejor, cuando recuperaras tu entereza…


_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_

Tanto ha pasado desde aquel día…

Tu alma ya se podía decir fuerte, pero había sido envenenada por el dolor y la traición y cuando te encontré era tarde como para que pudiera sanar algún día por completo. No volvería a ser lo que un día fue.

Nunca quise preguntarte lo que te dejo tantas cicatrices, y llamar a ese pasado oscuro que has estado evitando. Menos me interesa aún, si ese pasado tiene nombre y apellido.

Te miré despertar, tal y como lo hacía todos los días desde que te conozco. Era un consuelo a tu pobre alma cada vez que a mitad de la noche las pesadillas saber que había alguien para velar tu descanso.

¿Con qué sueñas pequeño? ¿Qué es lo que te llevaba a gritar en medio de la noche cosas ininteligibles que te aterran tanto? ¿Qué son los recuerdos de ese ardiente dolor, es acaso una experiencia de casi-muerte que volvía cada vez que cerrabas los ojos, es acaso la traición a un frágil corazón como el tuyo? ¿Esa es la forma en que los recuerdos te torturaban ahora? Así que llegué a velar todas y cada una tus noches. Poco a poco, las visiones comenzaron a desaparecer.

Para mi parecían años atrás los que habían pasado desde que lo que encontré…

Para la víctima que había sido quebrada, el dolor bien podría haber sido de ayer...

Pero hoy, tu mirada me decía que algo ahí no encajaba. Cuando comprendí, era ya muy tarde…

Sentí una opresión muy fuerte en mi pecho. Necesitaba salir de esa habitación cuanto antes, me despedí de ti y me fui. Creí morir, pero no era así: yo ya estoy muerto, ¿te lo he contado?, creo que no.

Pero, ahora que he descubierto que aún estando en el mundo humano muero, entonces… ¿qué pasará conmigo? Al menos, ¿podrías quedarte hasta que desfallezca?

¿Y sabes? Por muy sano o enfermo que estuviera, no hay cura para lo que siento. Sólo me pregunto, ¿Cuántas veces más tendré que unir las cenizas de un corazón que ha sido quemado por ti tan cruelmente? ¿Cuántas? Dime un número, al menos así, podré tratar de aguantar un poco más. Pero, cuanto te hablo, parece que le estoy hablando al viento.

Tan frío, tan distante, tan lejano, inalcanzable, así te sentí, así te hiciste ver. Sin embargo, ¿quién soy yo para tenerte a mi lado?

Tan cálido, tan cercano, junto a mí, así eres, ¿quién soy yo para alejarte de mi lado?

Si te alejo de mi, mueres; y si te tengo junto a mí, moriré y morirás al verme sufrir.

Sólo quiero dormir, olvidarme de mi propia existencia

Olvidar que te has enamorado de mí.

Y que yo, yo…me he enamorado de ti.

No hay comentarios.: