jueves, 13 de diciembre de 2007

Un día de estos...

Este relato, lo escribí el año, pasado (por eso la fecha del 13 de Diciembre XDDD), pero apenas lo estoy publicando hasta ahora (Marzo 2008). Escrito con mucho romanticismo, aunque no tenga nada de romántico XDDD
------------------------------

Un día de estos quiero verte. Decirte HEY! Mírame, aquí estoy. Ya no soy la misma chiquilla que conocías. Esa que te idolatraba como sólo se puede adorar a un dios pagano, la que vivía cada halo de su existencia para hacerte feliz.
Aún hoy, con los tantos y tantos meses que han pasado, realmente no sé qué fue lo que nos pasó. ¿Qué fue?

Sería acaso que me diste tan poco, que te diste cuenta de ello sólo cuando ya no estaba a tu lado, cuando te acordaste que existía; o fue tal vez que yo pedí demasiado de una ilusión infantil. Cualquiera haya sido el caso, te maldigo.

Te maldigo, no por ser tú, no por tu sonrisa inocente o tu manera de ser. No por tu cabello tan fino que yo podía mezclar entre mis dedos. O tampoco por el vidrio que me separaba de tu piel.
Te maldigo porque hasta el día de hoy me persigue tu fantasma.

Porque haya sido o no culpa mía que tu presencia me atormente tanto y tan fuerte o que tu nombre me causa pavor; que pienso que mi locura un día de estos se volverá paranoia.
Estás tan adentro de mi que cada gota de mi sangre te llama, te busca con un ...sólo con el deseo de hacerte sufrir como me hiciste sufrir a mi. Quiero que sientas el dolor de la pérdida, como si la muerte viniera por tu corazón.

Te saludará y preguntará como te ha ido hoy, mientras poco a poco separa ese órgano vital, con paciencia: para que cada milímetro que lo sientas alejarse, tus lamentos desgarradores, lleguen al inframundo. Cuando al final lo veas partir, lo devorará lento, para que el dolor te haga suplicarle por tu muerte, rogarás que te mate.

Mi afán será que las ataduras que tienes en este mundo, se hagan cadenas de hierro incandescente lacerando tu piel, que te dejen marcas tan profundas, como las que aún hoy, sólo con tu mera presencia, se ven por todo mi cuerpo. Que tus heridas sean tan profundas, que tendrás que despreciarme, amarme, ignorarme; cualquier opción es válida mientras el sentimiento se te haya metido tan dentro que simplemente sea parte de tu alma.

Si me preguntas si eso es lo que siento ahora, la respuesta es sí. No hay día en que mis recuerdos no me lleven a esa época absurda e vana que compartimos juntos.

Ya te he superado, nunca volveré a ser la niñita de antes. Nunca volverás a ver a la tonta que te quiso tanto, porque yo la maté… y aunque dentro de mis creencias esté por fuera un Dios omnipotente, le agradeceré la muerte de la inocente.
…o ÉL (mi propio dios pagano, ese dios nacido para mi) la mató por ti y me hizo volver de la muerte, como un fénix de sus cenizas. Porque al final, sin importar que pase, no seré nunca más una ilusión o un recuerdo absurdo que parece nunca tuvo la importancia suficiente. Créeme existiré, incluso hasta el último rincón, donde las memorias se pierden y donde tú dejaste de existir.