viernes, 9 de marzo de 2007

Niñez

------------------------------

Estaba yo por aquel entonces en la secundaria.

Ese día, y por orden del doctor, llevaba vendada la mano hasta un poco más allá del codo. Tenía tiempo me dolía el antebrazo y la mano, por aquello de no calentar bien antes de un simple partido de tenis. Ni siquiera me gusta el tenis, sólo lo jugue por jugar.

A veces duele y a veces no, depende del clima.

Ese día, mi mejor amigo y yo estábamos en el cubículo de Orientación. Sólo porque nos gustaba estar ahí. No habíamos hecho nada malo.

Llevaba varias veces el brazo o la mano vendada a la semana. Mi mejor amigo, ya no me creía me doliera. Él decía que yo mentía. Pero si yo hubiese mentido, no se me habría caido tantas veces de la mano un lápiz o se hubiesen roto tantos vasos, supongo que yo no tuviera fuerza en el brazo, no se debía a que mi antebrazo me doliera, sino a que me gustaba cortarme con los vidrios o mancharme la ropa con todo lo que se me caía, verdad?
Sí, eso supongo.

Me molesté un poco pero no dije nada, en ese momento no me dolia, así que estaba bien. Entonces fue que me dijo "A ver,si te duele...?"


...

y me azotó la mano contra el escritorio de metal...

Auch, fue toda mi respuesta. Realmente su azote no me dolío tanto. Como un golpe normal supongo... Y seguimos hablando de otras cosas...

Pero...hasta ahora, 5 años después, comprendo, que nuestra amistad dejó de existir en el momento mismo que sentí el frío del metal contra mi piel.

Sino fuese así, no tendría este recuerdo tan vivido que aún duele tanto...


miércoles, 7 de marzo de 2007

Hermano

“pero lo chido y mas importante es ke tu si tienes pruebas de su amistad”

Amy-chan

------------------------------

Hola. Me recuerdas? Si supusiera que aun después de tantos años, todavía mi cara alguna vez se pasea por tu memoria, sería porque no te conozco como lo hago.

Y sin embargo, sin siquiera dudarlo, sé que no te has olvidado de mi ni un solo día.

Sí, soy yo. Aquella chiquilla que hace tantos años, te encontraste por casualidad en un rincón de la vida. Aquella chiquilla que tenía apenas la mitad de tu edad y que simplemente no entendías cómo, ni porqué te estaba hablando a ti.

Por aquel entonces, y después de aquella charla, te diste cuenta, yo no era como las demás. Yo NO te quería como un hombre. Eso a lo que llaman atractivo físico me era inclusive. Yo te quería como persona, como un amigo, como un hermano, como tú mismo.

Y era lo que te hacía falta.

Desde ese tiempo hasta ahora, han pasado tantas y tantas cosas. Ya no tengo los mismos 13 años que la primera vez que te vi, y aquellos 26 que tu tenías, se los ha llevado el viento.

Es cierto qué hace más de 2 años que no nos vemos? Creo que sí. Si me preguntaras, dos años son muy poco, y sin embargo, los 730 días se hacen tan largos.
Cuando lo pienso así, es que me duele que no estés…me duele que tengas que estar tan lejos.

Y no puedo decir que a ti te duela menos que a mi.

Tantas cosas que nos suceden, y la única manera en que podemos hablarnos es, a través de la frialdad de una pantalla. Veo imágenes, veo sucesos…pero no a ti.

El calor de tu abrazo o el sabor de ese beso de despedida, no se transmiten por bites. Simplemente se quedarán guardados en la memoria.

Al mismo tiempo, me alegra que no nos veamos. Porque la próxima vez que eso ocurra, ni siquiera habla tiempo de reconocernos. El tú y el yo que una vez hubo entre nosotros, pasará al anonimato.
Seremos soldados, luchando por aquello a lo que llamamos vida…
Huyendo de eso tan macabro llamado muerte…

Y ahora te preguntarás, porque te escribo tantas cosas raras?

Porque quiero que esos 5 años que nos quedan de vida, los disfrutes como te mereces.
Porque no quiero en tu lecho de muerte que me digas, que te arrepientes de tantas y tantas cosas.

Que no amaste lo suficiente.
Que no deseaste lo suficiente.
Que no viviste lo suficiente.

Quiero que vivas la vida Alexander.

Y te prometo…

Te juro por sobre mi vida, y todo aquello que pueda dar, que nos volveremos a encontrar.