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Tuve un sueño que nadie más pudo haber tenido,
y me deshice de todo lo que no necesitaba.
Pensamientos que no pude capitular,
habitan en mi pecho.
Incluso si aún estoy en el punto,
entre realidad e ideales,
y mis pies están atados,
por grilletes de sacrifio.
Mis urgencias desbordantes
no están completamente reprimidas.
Porque tengo un corazón,
que anhela poderío.
"Pretención", "Miedo",
"Fachada", "Dolor".
No seré lo suficientemente débil,
para ser aprendido por las diferentes cosas negativas.
Soy un estafador que no conoce la soledad.